El padre de los famosos cristales-Daniel Swarovski.
El imperio Swarovski nace de la mano de Daniel Swarovski, el padre de la empresa. Daniel nació en 1862 en Georgethal, Bohemia, en territorio que hoy es parte de República Checa. Aprendió a cortar cristales al lado de su padre y pronto se convirtió en un verdadero artesano de este arte que en Bohemia se remonta al siglo XIV. Pero él supo darle otra vuelta de tuerca y eso le ganó fama y prestigio.
En el año 1883 visitó la Exhibición Internacional de Electricidad, se codeó con gente como Siemen y Edison y pensó que las nuevas tecnologías podían darle una impronta nueva al viejo arte de cortar cristales. Una década después, y tras estudios y pruebas, patentó una nueva máquina que era capaz de producir cristal de alta calidad que podían ser cortados y pulidos con extrema precisión también por máquinas.
Fue en 1895 que Daniel Swarovski se mudó de Bohemia a Wattens, en Austria, zona del Tirol, y fundó su fábrica de producción industrial de cristales cortados. Lo cierto es que la pequeña aldea de Wattens era un sitio perfecto, barato y cerca del río Rin, para fundar una nueva fábrica. El agua era esencial para su funcionamiento, como fuente de energía, así que se convirtió en la cuna del imperio que continuaron los hijos de Daniel.
Y en 1931 empezó a producir “trimmings”, las piedras especialmente fabricadas para decorar lazos y accesorios que coparon el mundo de la moda con un éxito que llega hasta nuestros días.
Hoy en día todos conocemos los cristales Swarovski. En Austria incluso podemos visitar el hermoso Mundo Swarovski, para conocer mejor el fascinante universo de los cristales más famosos del mundo.
